Vacunas para sus hijos
Los bebés nacen con cierta protección natural contra algunas enfermedades. Pero aun así necesitan vacunas. Uno de los beneficios de amamantar es proteger al bebé hasta que reciba sus vacunas.
Hacen pensar al organismo que existe una infección real. El organismo de su hijo combate la "infección". El organismo "recuerda" la infección. Eso contribuye a que su hijo la combata rápidamente si el agente infeccioso vuelve a ingresar a su organismo.
Algunos padres podrían abstenerse de vacunar a sus hijos. Les preocupa que sus hijos pudieran contraer las enfermedades que se supone que la vacuna combate. Eso es muy improbable.
Algunas vacunas pueden producir reacciones leves. Los niños podrían sentir dolor cuando reciben la vacuna. Pero las reacciones graves son poco comunes. El riesgo de las vacunas es pequeño en comparación con los peligros contra la salud de las enfermedades que contribuyen a prevenir.
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